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¿Son las sevillanas un palo flamenco?¿Sabes por qué?

El flamenco no surge de la nada. Antes de la aparición de las soleares, seguidillas, fandangos, estilos creados a lo largo del siglo XIX, existieron otros, que les sirvieron como fuente de inspiración. Son los cantes considerados pre-flamencos o folclóricos (las canciones populares y tradicionales de un pueblo) que han servido de base a los palos del flamenco de pleno derecho. Por ejemplo:
Antes del fandango de Huelva,  existió un fandango “pre-flamenco” que compartía algunas características con el actual, y sobre el que existen noticias desde principios del siglo XVIII y se daba no sólo en Huelva.
En Granada existía un fandango que se conocía como granadina, ya desaparecida, y que daría lugar a la actual granaina. Lo mismo ocurrió en la zona de Málaga y sus malagueñas y cantes abandolaos y en la zona oriental andaluza, Almería y zona minera de Murcia con sus Tarantos y cantes de Levante.
Vamos a ver que define a un cante que no era flamenco (folclórico) y después si se considera como tal. A ver si nos aclaramos:

 

¿Qué característica es común en estos estilos pre-flamencos y no se da en los cantes flamencos? 

Se pondera la instrumentación y el baile.

El cante y su forma se definen por el baile al que acompañan, con una serie de pasos definidos. Ésto ocurre también en la sevillana y en los verdiales de la Sierra de Málaga, así como en las formas bailables de los fandangos de Huelva, por tanto, el cantaor tiene que ajustar el ritmo al del baile.

El baile es en pareja o en grupo.

Fue en los bailes de candil, de origen en los patios de vecinos y reuniones en las cortijadas durante el siglo XIX, cuando se empezó a hacer el baile y el cante “a solo”, verdadero germen del cante y el baile flamencos.

El motivo es claramente festero y  son de carácter rítmicos y alegres.

La melodía del cante pre-flamenco debía ser asequible, para cantarlo en grupo y acompañar bailes y celebraciones, por lo que no tenía la complejidad melismática y de ejecución del cante flamenco.

En cambio en el cante flamenco se dan unas características comunes diferentes a lo anteriormente expuesto:

 

Foto de archivo. J. Allende y Lidia Valle, reunión en un cortijo.

Divismo del cantaor:  El cante a solo

El cantaor luce sus facultades en la ejecución, lo que consigue complejizando el cante con aumento de melismas, aportando una personalización. Cuando empieza a darse el cante “a solo” ya mencionado en reuniones de patios de vecinos,  cortijadas…comienzan las creaciones de los estilos flamencos: Soleares de la Endonda, El Fillo en Triana, los fandangos de los creadores de Alosno, Juan María Blanco, María la conejilla…

La velocidad disminuye respecto a los cantes pre-flamencos y el ritmo se ajusta al servicio del cantaor.

El cantaor ahora es el que manda, para ello hay que disminuir la instrumentación y el acompañamiento. En la primera fiesta flamenca, aparece todavía algún violín que otro tocado por un ciego y panderos tocados por mujeres, pero pronto fueron rechazados por la naciente estética flamenca, decantándose a favor de la guitarra.

La liberación del cante respecto a la estructura formal de un baile.

Posibilita variar la estructura o duración del cante por motivos estéticos o de recursos del cantaor, lo que da lugar a la personalización del repertorio.

De esta forma surgen las versiones personales dentro de los distintos estilos y las creaciones personales, véase los fandangos personales, Malagueña del Mellizo, Taranto de Manuel Torre, Soleares de la Jilica…

Todo el repertorio flamenco es obra de creadores individuales que tuvieron la capacidad de dar a luz  cantes nuevos, porque calaron entre sus oyentes, extendieńdose y transmitiéndose durante generaciones y dando lugar al gran árbol del cante flamenco.

En resumen…

Todas las características de los cantes folclóricos se dan en la sevillana. Por tanto, es un cante folclórico en origen y nacida tras la evolución desde una primitiva seguidilla manchega y que consta al igual que los ejemplos citados de estilos pre-flamencos o folklóricos de:

Un baile estructurado y un cante e instrumentación que lo acompañan. Que un artista flamenco con su capacidad expresiva pueda realizarla “a solo”, con una guitarra, le pueden dar un carácter de cante flamenco, porque el intérprete lo sea.

Otro dato, las sevillanas tienen cuatro partes, supeditadas a la estructura del baile. Ésto no ocurre en ningún palo o estilo flamenco.

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