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Introducción a la Soleá. Origen y teorías. Formas.

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Las soleares constituyen por sí solas uno de los pilares básicos del cante flamenco y, como tales, son autónomas e independientes de cualquier otro tipo de cantos. Los orígenes del cante flamenco son muy confusos y permanecen aún rodeados de misterios.

Antonio Mairena.

Vamos a atender diferentes aspectos y recoger testimonio de investigadores que estudian el fenómeno de creación del estilo desde diversas áreas de estudio y sus aportaciones:

Aspectos etimológicos

K. Vossler

Existe un parentesco musical con el canto «de soledades» o «de saudades» alegado por el autor y recogido en el DRAE en la 4~ acepción de soledad: «Tonada andaluza de carácter melancólico, en compás de tres por ocho» 6 •

Miguel Ropero

Según referencias literarias,

Podemos llegar a admitir que en los siglos XVI y XVII habría ya 'cantos de so­ledades ». Estos «cantos de soledades», bien pudieron estar relacionados, líri­camente, con las «Soidades». pero nada tuvieron que ver, absolutamente, con las llamadas «soleares flamencas o gitanas». Conforme a mi criterio, las solea­res (plural de solear) pueden proceder del término latino «solere». o bien de «solum» y de «solearis/-re». Además, en latín hay un verbo deponente «solor» que significa «consolar, reconfortar»; incluso nos encontramos con un giro que dice: «laborem cantu solari». que en nuestra lengua quiere decir: «aliviar el trabajo cantando (con el canto)

Manuel Rios Ruiz

El poeta Ríos Ruiz:

...al can­te «por soleá» nacido de la copla o trovo improvisado en los tajos de los cam­pos bajo-andaluces, entre las cuadrillas de gitanos, escaldadores de trigo o va­readores de aceitunas, a pleno sol (no olvidemos que la recogida de aceituna se llama «soleo», y que «Solear» -de sol. significa «asolear, tender una cosa a secar )

Demófilo

 En su «Colección de cantes flamencos» (Sevilla, 1881) nos dejó dicho: «...Pero es­tudiando ya los cantes, en sus variadas clases, hallamos en primer término las Soledades, llamadas también soleares y soleás, cuya letra no es otra cosa que la copla común de cuatro versos octosílabos romanceados, cantada por la mú­sica cuyo nombre, según nuestros informes, es debido a una mujer llamada Soledad, y no a su melancólica tristeza : por más que, como hemos dicho en otro lugar, aunque todas las coplas de cuatro versos pueden cantarse por aire de soledad, los maestros no gustan emplear más que letras tristes, compuestas por ellos en la mayoría de los casos.

Aspectos fonético-fonológicos.

En singular, el término soleá, como indica el Diccionario de la R. A. E., es la forma popular andaluza de soledad, ya que en el dialecto andaluz la [8] final desaparece normalmente e igualmente la [&]fricativa intervocálica. Se trata de fenómenos frecuentes no sólo en Andalucía sino también en casi toda la geografía lingüística del español. En este caso, el significante y el significado de ambos términos coinciden sustancialmente. Sólo existe una diferencia formal que corresponde a distintos tipos de lenguaje:

soledad: término del español estándar.

soleá: término popular andaluz.

En Andalucía y en el lenguaje del cante flamenco (como en muchas otras áreas del español actual) las formas soledad y su variante popular soleá se suelen usar bien como nombre común o bien como nombre propio.

Antonio machado, Demófilo

 Así en Andalucía es popular la advocación mariana «Virgen de la Soledad» («de la Soleá»), que,además, encontramos documentada en algunas coplas de la Colección de cantes flamencos de Antonio Machado y Álvarez «Demófilo»:

«Vente conmigo y serás

Capitana e mi barco,

Binge e la Soleá» 9 •

"virgen de la soleá"

También el nombre propio de mujer Soledad, correspondiente a esa advocación mariana, es común en Andalucía con la forma popular de Sole y Soleá, documentado varias veces en la selección de soleares recogidas por A. Machado y Álvarez:

A este nivel de estudio nos interesa destacar la irregularidad en la formación del plural del término andaluz soleá:

SINGULAR /PLURAL

soleá / soleares

El Diccionario de la R.A.E., precisamente porque se trata de una forma de

plural anómala, lo indica junto al término soleá: «El plural es soleares». Sin embargo,

el plural normal soleás también es utilizado por autores de reconocido prestigio

 en el mundo de las letras y del flamenco como R. Malina:

Según nos ha aclarado A. Mairena se dice soleás cuando se trata de varias

soleás del mismo estilo y soleares cuando se trata de soleares de distintos estilos .

Por otra parte, es interesante constatar cómo la forma del plural de la copla

soleá, soleares, no puede aplicarse al nombre propio de mujer «Soledad», «Sale»

o «Soleá » . Así, no podemos decir «¡Qué morenas son esas Soleares!» refiriéndonos

 a dos mujeres andaluzas que se llaman «Soleá» . Soleares es una forma de

plural aplicable solamente al lenguaje específico del cante flamenco .

Todo esto nos hace pensar que realmente no existe un parentesco

 

«Soleá del arma mía,

De noche te bengo a bé

Poique no pueo e dia».

 

Origen:Aspectos musicales

Faustino Núñez https://flamencopolis.com/archives/321

También existe la soleá petenera, un tipo con modulaciones propias de la petenera, lo que implica que el cante se alargue considerablemente. Las letras más cantadas hacen referencia además a lugares de la América Española, ejemplo que puede tales como: ‘En La Habana hice una muerte, la Puebla me sentenció, la Puebla pide justicia, La Habana dice que no’. No en vano la petenera es un estilo de origen mexicano que una vez aflamencado perdió su acento indiano para hacerse flamenco, aunque conservando el aroma tropical inherente a los estilos llamado americanos, con su modulación al mayor. Otra cosa sería discutir hasta qué punto la petenera influyó en la soleá pura y dura, con la que comparte algunos importantes elementos en el ciclo de acordes de la guitarra. De petenera mexicana sabemos en Cádiz desde 1826, de soleá en 1851. Sería interesante indagar más en el tema.

J. Blas Vega -cfr. Temas flamencos», pág. 22-

…yo lo he comprobado- que el profesor García Matos ha observado en antiguos jaleos, cuya notación se conserva, que tienen el carácter musical de las soleares. También afirma que las «primitivas» soleares son de tres versos, y cuanto más antiguas son se aprecia en su compás un aire más ligero y bailable.

Pepe el de la Matrona

Testimonio casi definitivo nos lo da, quien nos afirma que antigua­mente, cuando las soleares las bailaba una mujer, se llamaban «Gelianas», y cuando las bailaba un hombre. «Jaleos».

Demófilo.

El sólo se atreve a vislumbrar que las «coplas de jaleo» pudieran ser la fuente primaria de

las soleares.

 Jose Blas Vega -cfr. «Temas flamencos», pág. 21 y 22-

dice: «...Es (soledad), al mismo tiempo que un latido perfecto, la esencia poética de Andalucía. De su origen (paternidad) mucho le debe al antiguo baile de compás ternario llamado «El Jaleo», muy popular en Cádiz y en Jerez de la Frontera a principios de 1800».Es pues, difícil averiguar los verdaderos antecedentes etimológicos de las so­leares.

J. Blas Vega -cfr. Temas flamencos», pág. 22.

El profesor García Matos ha observado en antiguos jaleos,cuya notación se conserva, que tienen el carácter musical de las soleares. También afirma que las «primitivas» soleares son de tres versos, y cuanto más antiguas son se aprecia en su compás un aire más ligero y bailable.

Francisco Rodríguez Marín «El Bachiller de Osuna»

Gran folklorista andaluz., nos dice -cfr. «El alma de Andalucía en sus mejores coplas», pág. 11-

«...el alegre jaleo y la soleá casi siempre son de tres versos: se dieron la mano, acompañados de una misma música de aire alegre, ligero en las unas y lento en las otras»

Fernando Quiñones -cfr. «De Cádiz y sus cantes», pág. 122-,

Durante los cuarenta primeros años del siglo pasado no encontremos em­pleado el término «S O L E A R E S» y sí el de «J A L E O», mientras estuvo su­peditado al baile. Hasta que por el año 1850 adquiere naturaleza propia, debi­do a grandes interpretaciones personales.

El baile de Jaleos

¿Precursor de la Soleá?

Acercamiento a su forma desde principios del siglo XIX. Veremos la similitud entre el proceso de creación de un cante flamenco y el proceso de flamenquización de un baile popular o teatral.

Richard Ford en su conocida crónica sobre su estancia en España entre los años 1830 a 33, reseñó el Olé al describir las funciones de baile con protagonismo especial de gitanos en el barrio de Triana, que podemos retener como ya flamencas. Para Ford, el Olé pertenecía a un tipo de danzas “más notables por la energía que por la gracia y tienen en ellas menos trabajo las piernas que todo el cuerpo, las caderas y los brazos” (FORD, 1988: 357). Así caracteriza el ambiente en que aparecían:

La escena del baile es generalmente el barrio de Triana,que viene a ser el Trastevere de la ciudad y cueva de toreros, contrabandistas, pilletes y gitanos, cuyas mujeres son las premières danseuses en estas ocasiones, en las que los hombres nunca intervienen.

 El baile, que es muy semejante al ghowasee de los egipcios y al nautch de los indios, se llama el olé entre los españoles y el romalís entre sus gitanos; el alma y la esencia de él consiste en la expresión de cierto sentimiento, que no es ciertamente de carácter  sentimental o correcto. Las mujeres, que parecen no tener huesos, resuelven el problema del movimiento continuo, disfrutando sus pies relativamente de un privilegio, pues todo el cuerpo toma parte en la pantomima y tiembla como la hoja del álamo; la flexibilidad y la figura de Terpsícore de una joven andaluza, sea gitana o no, ha sido designada (...). (FORD, 1988:  356-357.

Vídeos sobre bailes de jaleo existentes en plataformas online

https://www.youtube.com/watch?v=3a1akZRktes

Encuentro de la escuela bolera con flamenco

https://www.youtube.com/watch?v=moOtML7KwQM

https://www.youtube.com/watch?v=V4e4uMMEP7w

Hoy día somos conscientes de que sin el estudio del baile, los precedentes históricos del flamenco –que es cante, toque y baile– quedan oscuros, desdibujados.La publicación en1990 de ¿Se sabe algo? de Ortiz Nuevo supuso un hito en este sentido, pues contribuyó a aceptar el dato del encuentro histórico que se produjo en las academias de baile –particularmente las de Sevilla desde 1840-50 en adelante–, entre el baile gitano, expresivo y rico en “esencias” aunque aún pobre técnicamente, y el más desarrollado de las bailarinas boleras que coincidieron con las bailaoras gitanas. En esos espacios habría tenido lugar la primera integración entre los pasos del baile académico español y el estilo y modos de los bailes gitanos. Amparo Álvarez, La Campanera, sería una de las primeras bailarinas boleras y flamencas, de las primeras en dominar ambos códigos.

Nuestra principal hipótesis puede formularse así:

...no fueron los bailes de pareja o de palillos (tipo fandangos y sevillanas, los más abundantes en esas fiestas) los que más influyeron en el surgimiento de los primeros bailes flamencos, sino los jaleos, una categoría genérica de danzas a sólo,  que también aparecían en muchas fiestas populares andaluzas. Esta categoría de danza a sólo es una de las características que convirtieron el primitivo fandango preflamenco en flamenco, el cantar o bailar a sólo permite una mayor virtuosidad en el desempeño y la elevación respecto a otros instrumentos que pasan a ser acompañantes.

Un tipo de esos jaleos no se subsumieron en el nuevo estilo flamenco, sino que convivieron con él –con los bailes flamencos– durante todo el siglo XIX. De hecho, aunque la escuela flamenca fue ganando en popularidad y perdiéndola la de los bailes de jaleo, Pastora Imperio, Amalia Molina, Encarnación López y otras bailarinas o bailaoras, siguieron haciendo danzas teatrales de este tipo en el primer tercio del XIX. .

Y que una vez “transformadas” en jaleos agitanados, su continuo contacto –especialmente desde la década de 1840–con sus versiones académicas o jaleos teatrales, contribuyó a su perfeccionamiento técnico. Si los bailes de candil pueden considerarse fiestas pre-flamencas, los jaleos fueron los precedentes más directos del baile flamenco.

Miguel Ángel Berlanga, los bailes de jaleo, precedentes directos de los bailes flamencos.

Las referencias al flamenco en esos espacios (fiestas particulares, academias, salones y teatros) nos lo muestran mezclado con todo tipo de bailes nacionales.

La muy citada narración del baile de candil al que asistió Charles Davillier en 1862 en una botillería de Triana, refleja una terminología y prácticas tremendamente abiertas: se describen en esa fiesta tiranas, rondeñas y malagueñas, canciones del tipo los Toros del Puerto... (DAVILLIER, 1982).

https://www.youtube.com/watch?v=_4cgKG4nMTg

Si rondeñas y malagueñas aluden tanto a bailes de palillos como a cante flamenco, las tiranas y otras canciones aluden a las canciones de autor con las que se acompañaban los bailes de jaleo, principalmente los de ámbito teatral (vid.infra). Cantos populares de tipo tradicional, canción de autor inspirada en lo tradicional, bailes de palillos, de jaleo y flamencos al alimón. Por lo que se refiere a la sesión a la que asistió en la academia de Luis Botella, así concluye Davillier su narración: “Ya en casa, creíamos oír durante toda la noche los jaleos, los boleros y todas las demás clases de bailes andaluces...” (DAVILLIER, 1982: 488). 

Una de las primeras caracterizaciones de conjunto del baile flamenco fue la de Benito Más y Prat. Publicada en La Ilustración Española y Americana en 1882 –aún reciente la incorporación del flamenco a los cafés cantantes–, su autor esboza el estilo flamenco de su época confrontándolo con el de otras dos tradiciones de baile: 1o) La de los bailes de palillos –que subdivide en otras dos: a) la vertiente popular de sevillanas, seguidillas y fandangos tipo malagueñas, y b) la vertiente teatral de el bolero, objeto principal de enseñanza de los maestros de danza. Y 2o) La de los bailes teatrales andaluces, es decir las versiones academizadas de las danzas o bailes de jaleo objeto principal de nuestro estudio. Así resume en sintética caracterización el estilo del baile flamenco:

Se baila generalmente por una persona sola; se acompaña con palmas y no se permiten saltos, trenzados ni batimanes ( 2 ); limitado al terreno que ha de recorrer, y predomina la línea recta en el movimiento (...). Pausado, cadencioso, eminentemente plástico y sensual (MÁS Y PRAT: 1882: 58).

También observó que el flamenco era la única tradición que cultivaba el baile a sólo de mujer y de hombre: de la mujer se valoraban su gracia, colocación y movimientos ondulantes, sobre todo el braceo. Del hombre, la precisión de su zapateado.

Cuando sale el uno, aplican el oído; cuando se levanta la otra, abren los ojos. Nótese aquí una nueva particularidad del flamenco, que rompe hasta cierto punto la tradición y que es caraterística común y exclusiva del cante plenamente flamenco respecto a estilos folklóricos.

(...). El hombre y la mujer toman alternativamente turno en la danza (...). (MÁS Y PRAT, 1882: 59).

Se alternaron en esa sesión todos los bailes nacionales de un tipo u otro. Otros viajeros, como Pierre Laborde, Teófilo Gautier, Alejandro Dumas, Richard Ford, o españoles como Estébanez Calderón, dan trazas del mismo fenómeno, que continuó durante todo el siglo XIX.

La conexión directa entre bailes de jaleo y bailes flamencos, basta reparar en unos pocos datos: los bailes de jaleo aparecen en las fuentes como la única tradición de danzas a sólo de mujer en Andalucía previa a la del flamenco; iban acompañados de cante y guitarra cuando se hacían en ambientes populares; el braceo jugaba también en ellos un papel expresivo clave –aunque unido casi siempre a los palillos–; en la vestimenta, también en los jaleos, la bailadora popular o la bolera usaba el mantón, el sombrero, el abanico... Esos elementos raramente aparecían en los bailes de palillos.

Para Más y Prat estas danzas, de las que cita expresamente el Ole, el Vito y el Jaleo de Jerez, conforman un estilo complementario de los “otros dos”, el de palillos y el flamenco. Las caracteriza en su conjunto como una danza elaborada en la que la bailarina: “...salta, gira, se revuelve y agita los palillos en un compás más rápido y variado que el del puro flamenco, sus actitudes son plásticas y provocativas, y las formas se exteriorizan en violentos y estudiados escorzos” (MÁS Y PRAT, 1882: 59).

Descripción sintética pero precisa. Popularizados –afirma– a través de los carros del Corpus (teatro ambulante) y Corrales de Comedias, participan “de la voluptuosidad del flamenco y de la movilidad del de palillos” (Ibídem: 58).

Otros autores repararon en esa mayor ligereza o movilidad de los jaleos respecto al flamenco, retenido en la época como lento y solemne. Rodríguez Marín contrastó el alegre y rápido jaleo andaluz con la melancólica y solemne soleá

Origen de la Soleá:Aspectos musicales.

José Manuel Caballero Bonald

En su obra -cfr. «Luces y sombras delflamenco», pág. 101-

...haciendo alarde de investigación sobre el cante «por so­leá». ha dejado escrito lo siguiente: «...La soleá, tal vez el más rico y dinámico género flamenco -es un cante perfectamente adaptable al baile, cosa que se produjo de un modo natural- a pesar de ciertas sujeciones a los escenarios -en las últimas décadas del siglo XIX. En cierto modo, la soleá regresó enton­ces a sus iniciales formas de «Jaleo» y sirvió de pauta rítmica a otros varios cantes que también se acompasaron al baile posteriormente»

Ricardo Molina en su «Mundo y formas del cante flamenco», pág. 211. escribe: 

«...la soleá ha surgido probablemente de algún cante gitano para bai­lable en el primer tercio del siglo XIX, pues mientras más antiguas son más lige­ro y bailable en su compás.

E. Pohren.

El estudioso está de acuerdo en admitir que las Soleares se desarrollaron a partir de un cante lige­ro y alegre que servía básicamente para acompañar el baile hacia una forma más seria actualmente existente. 

Carlos de Luna

Para él, las soleares son una mezcla de Caña y Alegrías. Y, en parte, no anda muy descabellado conforme a la tradición histórica en que va apareciendo los cantes. Es cierto que fijándonos en el aspecto musical de este cante, no hay inconveniente alguno en «pasar» de la soleá a la caña y vice­versa. La caña y soleá llevan la misma estructura musical. Incluso hay cantaores  que para «templarse» en la soleá, comienzan su recital por el Polo o la Caña.

¿Cómo podemos conocer la aparición del cante de la Soleá  en el árbol flamenco?

Es un misterio. Pero no hay que desanimarse. El cante está ahí. Ca­bría también esta pregunta: ¿Cómo podemos conocer que las soleares arras­traron -según muchos flamencólogos- al Polo, Caña. Cantiñas.... si la fuente más antigua y amplia de los cantes y bailes andaluces la encontramos en las-Escenas Andaluzas» de Estébanez, donde no se mencionan a las soleares? Sí,en cambio, se habla del Polo. Caña. Serrana, Javera, etc...

Hay autores que sostienen que las soleares están basadas en el Polo, mientras que otros más exigentes dicen que el Polo no ha existido -creemos que históricamente están en el error, pues hay testimonio literarios -sino que el Polo era una manera de cantar por soleá. Esta fue la tesis que sostuvo José Navarro Rodríguez en su artículo publicado en Revista de Medicina Rural ".Agosto de 1974.

Alfredo Arrebola

Creo que no habría ninguna dificultad en admitir el origen primario de las soleares como una forma andaluza que el gitano «re­modeló» en tal medida que ha sido sobresaliente intérprete de soleares, tanto que él supo darles un sello especial. Hace alusión al carácter personal de recreación de un canto pre-flamenco al igual que ocurría con los fandangos que dieron lugar a los cantes de levante o la primitiva granadina que diera lugar a la granaina

Ricardo Molina

Es tajante en su aspecto histórico, al poner las soleares como un «cante gitano» por su origen, estilo y por sus maestros. José Manuel Caballero Bonald también lo da como cante gitano de la Baja An­dalucía a las soleares, y su fecha de aparición la pone a mediados del siglo XIX.

Históricamente consideradas, sabemos que las soleares tienen su aparición pública hacia mediados del siglo XIX. Y se supone que tuvieron lugar en Triana hacia 1840, y que la primera mujer que cantaba por Soleares fue La Andonda. gitana que fue amante del Fillo. También se dice que las soleares eran bailables, en un principio, solamente por mujeres: se admite, por otra parte, que lla primera mujer que interpretó unas soleares para bailar fue Rosario Monje

La opinión generalizada. Las peñas

En lo que sí hay unanimidad de criterio es en conceder la primacía a Tria­na. Así también opinaban en la «Mesa redonda en la Peña Flamenca de Jaén en«VIAJE POR LA SOLEA», cfr. Candil, núm. 26. pág. 39. donde leemos: ...Se ha­bla de soleá de Triana. de Alcalá, de los Puertos, de Utrera, etc. Teniendo en cuenta que de los distintos tipos de soleá que han llegado hasta nuestros días-según nuestro criterio- la menos contaminada es la de Triana. y que la intér­prete más antigua que se conoce cantando por soleares -La Andonda- era de Triana. nos inclinamos por decir que el origen de este cante está en Triana. irradiado posteriormente a otras zonas cantoras como Alcalá, los Puertos, etc...». No obstante hay quienes apuntan a Alcalá de Guadaira como la madre de este cante, por ser más simple, ya que en arte, lo simple suele ser primero.

Me inclino hacia Triana dado que los folkloristas y costumbristas del siglo pasado nos hablan siempre de los «CANTES DE TRIANA». Sabemos también que Sevilla fue siempre la capital flamenca por excelencia.

 

Forma y métrica de la Soleá

La soleares, como buena parte de los estilos flamencos, basan su estructura formal en el modelo de: introducción de guitarra, ayeo de salida, cante de preparación, cante valiente y remate, con las falsetas intercalando las distintas letras. Este esquema es genérico y sujeto a las variaciones propias de cada intérprete.

Desde el punto de vista métrico, las letras o coplas de las soleares están compuestas por estrofas de cuatro o tres versos, en rima consonante o aso­nante. En la estrofa formada por cuatro versos, van rimando los pares : en las de tres, los impares.

La copla que lleva cuatro versos, suele llamarse «SOLEA GRANDE».

A la soleá de tres versos, se le denomina «SOLEA CORTA».

Si la soleá de tres ver­sos tiene el primero con tres o cuatro sílabas, recibe el nombre de «SOLEARIYA».

Estas soleares «cortas» se cantan con aires distintos: unas veces, lentas, igual que las llamadas «grandes»; otras, más rápidas, hasta llegar a lo que se conoce como -SOLEA POR BULERIA». BULERIA POR SOLEA» o BULERIA AL GOLPE.

El tiempo, profundidad e interpretación y contenido en cada copla de so­leare son algo muy personal de cada cantaor o intérprete. 

Ponemos un ejemplo de los tres modelos de soleá (denominaciones que explica Arrebola y que serían las denominaciones usuales que se usan en el argot flamenco aunque como clasificación se podría completar)por ejemplo las creaciones por soleá del Chozas con su característico primer tercio entrarían en el tipo Solea Grande?)

 

 

  1. A) SOLEA o SOLEA GRANDE:

«Aquel que fue poca cosa

qué cosa llegó a ser.

quiere ser tan grande cosa

que no hay cosa como él».-

 

  1. B) SOLEA CORTA:

«Le dijo el tiempo al querer

esa soberhia que tienes

yo te la castigaré».-

 

  1. C) S0LEARIYA:

■ •Por ti (tres sílabas)

las horitas de la noche

me las paso sin dormir».-

 

Ejemplo de soleá grande y corta:

https://www.youtube.com/watch?v=mIEOmtht_gA

El ritmo

Podemos afirmar la soleá es el estilo flamenco modélico: por su compás –amalgama de un 6/8 y un 3/4-, la tonalidad modal -la escala andaluza propia del cante y toque por soleá, y los melismas de su melodía.

 

Traemos el enlace de dos de los cantes por soleá que se consideran primigenios, y que hemos citado:

Triana. La Andonda

http://canteytoque.es/solearec.htm#andonda1

Triana. el Fillo

http://canteytoque.es/solearec.htm#fillo

Comentario sobre la soleá del Fillo

La soleá apolá, como indica su nombre, tiene claras referencias al polo y suele atribuirse al gaditano Paquirri el Guanté (quien el mismo día del jaleo de la gariana cantó el polo andaluz). Denota un claro parentesco con la rondeña-malagueña, evidente desde el inicio de ambos cantes. Quizás Paquirri introdujo esos tonos en alguno de los jaleos que después se hizo soleá. Sin embargo desde hace ya mucho tiempo es un tipo de soleá que se relaciona con la soleá de Triana y como tal está normalmente considerada. Honor que se suele atribuir también a El Fillo.

Faustino Núñez

A modo de resumen:

 

La soleá surge de la evolución de un género musical existente el siglo XIX, en la baja Andalucía, por ejecución personal de intérpretes que le dan su sello y personalidad, , un estilo que conjuga rítmo y compás: El Jaleo, baile  que se da en Andalucía  a partir de la jota, el fandango y la seguidilla. Bailes populares y teatrales.

Otro género emparentado con los orígenes de la soleá pudiera ser el Olé (tipo de jaleo que secantaba para cerrar la caña), y el cante por soleares sería entonces el correspondiente a una serie de olés sin la caña. Polos y Cañas hicieron el resto. La soleá cristalizó en los años cincuenta y no paró su constante recreación para el cante.

El Jaleo

El jaleo lo encontramos desde principios del XIX bajo el nombre de ‘Boleras del Jaleo’, surgiendo pronto infinidad de variantes, todas jaleadas o del jaleo, presentes durante casi un siglo en los teatros andaluces, españoles y de todo el mundo. También hemos encontrado la referencia a una canción de 1800 titulada ‘La Soledad del Gitano’, cuando encontremos la partitura veremos si se resuelve alguno de los muchos enigmas sobre los orígenes del flamenco.

De todos los jaleos existentes, hay uno que nos sugiere podría tratarse de una de las más antiguas soleares. Nos referimos al jaleo de la Gariana que cantó un jovencísimo Paquirri el Guanté en el Cádiz de 1847, acompañándose él mismo a la guitarra. La tradición flamenca apunta a La Andonda como la más antigua soleaera. La memoria flamenca nos ha legado cuatro cantes por soleá de Paquirri y tres de La Andonda.

No resulta fácil dar claves para distinguir las soleares, puesto que su aroma impregna a casi toda la música jonda y las variantes son muy numerosas. A modo de ayuda indicaremos que –como en la generalidad de estilos flamencos- existe un eje Cádiz-Jerez-Sevilla conforme al cual los cantes van ganando temple y complejidad. Las procedentes de Cádiz son cortas, directas y salerosas; las jerezanas aportan un mayor desarrollo melódico, que en la provincia de Sevilla alcanzará las superiores cotas de elaboración. Por supuesto que no estamos hablando de calidades, nos referimos sólo a aspectos diferenciales, que tocan lo melódico, pero también lo armónico, lo tonal y lo rítmico.

La soleá es uno de los bailes más emblemáticos del flamenco y, tal y como ocurre en el cante, su ejecución reúne todos y cada uno de los elementos esenciales de la estética bailable del flamenco. Muchos de ellos seguramente tomados de otro de los más antiguos bailes flamencos, las alegrías.

 

BIBLIOGRAFÍA

CANTOS DE SOLEDADES Y CANTES POR SOLEARES: ANÁLISIS FILOLÓGICO Miguel Ropero Núñez Universidad de Sevilla . http://dx.doi.org/10.12795/PH.1989.v04.i02.01 .

 

https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/54782/RTXXI~N199~P34-76.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

LOS BAILES DE JALEO, PRECEDENTES DIRECTOS DE LOS BAILES FLAMENCOS. Miguel Ángel Berlanga

Universidad de Granada

 

Cantes gitano andaluces básicos Alfredo Arrebola

 

Caballero Bonald, J.M.: El cante andaluz. Ed. Taurus. Madrid, 1953 y «Luces y sombras del cante

flamenco». Ed. Lumen. Barcelona, 1975.

 

García Matos. M.: Una historia del cante flamenco. Hispavox, Madrid, 1958

 

Ríos Ruiz, M : Introducción al cante Ed. Istmos, Madrid, 1972.

Faustino Nuñez, https://flamencopolis.com/archives/321,

Norman Paul Kliman, http://canteytoque.es/solearec.htmFonoteca de soleares

 

 


 

 


   
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